Rajoy expondrá con agostidad su verdad en el Congreso

Rajoy en su escaño del Congreso de los Diputados. http://www.eldiario.es

Ya tenemos fecha. El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha decidido cambiar su política de silencio y dar sus explicaciones sobre el Caso Bárcenas en el Congreso de los Diputados el 1 de agosto. Supimos que comparecería en respuesta a una atrevida pregunta que recibió de un periodista rumano durante la comparecencia conjunta con el primer ministro de ese país, Victor Ponta. En esa respuesta, tras sorprenderse de que el periodista hiciese bien su trabajo, lo cual es sintomático, el Presidente trato de mostrar que él da explicaciones limpiamente, y anunció que iría al Congreso.

¿Es casual la elección del 1 de agosto? No, por varios motivos. En primer lugar, porque para esa fecha ya estará publicada y suficientemente aireada la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año, que se espera que muestre un aumento de la ocupación de entre 70.000 y 90.000 personas, un dato que tratarán desde el Gobierno y desde el Partido Popular de vender como positivo, sin importarles los análisis serios que tienen en cuenta, entre otras cosas, la estacionalidad del dato, y que le muestran en toda se crudeza como muy negativo: el segundo peor, en estas fechas, solo superado por el dato de 2009. Esta idea de que pretenden desde el PP esconder el asunto Bárcenas detrás de un dato económico viene apoyada por el propio formato elegido para la comparecencia, donde se pretenden mezclar asuntos económicos con políticos.

En segundo y último lugar, no es casual porque pretende pillar a los españoles en plena operación salida de vacaciones, y a los medios de comunicación a medio gas, por el mismo motivo. Es decir, Rajoy pretende lanzar una serie de ideas fuertes con la intención de que calen entre la población, debido al disminuido análisis y atención que creen que suscitará el debate, como consecuencia de la fecha escogida.

¿Dará Mariano Rajoy las explicaciones pertinentes? Mucho me temo que no. En el debate parlamentario el Gobierno tiene la última palabra, y no tiene límite de tiempo. Puede perfectamente sortear los asuntos espinosos del tema sin explicaciones convincentes, con las excusas habituales, con simples acusaciones de insidias en su contra, o poniendo el ventilador en marcha. Sin embargo, algo quedará perfectamente demostrado: la soledad de este Gobierno.

Mañana escribiré sobre lo que debería explicar el Presidente del Gobierno, o lo que ya hubiese explicado si viviésemos en una democracia seria. Sin embargo, aquí quiero destacar que parte de una situación complicada, pues ya dijo aquello de que “Todo es absolutamente falso, salvo alguna cosa”.